Hemos repasado algunos de los aspectos a combinar correctamente para la creación de negocios en torno a Big Data, identificando cuatro claves a considerar: la necesidad de negocio, los datos, la tecnología y el equipo de personas. Si quisiéramos aprovechar este análisis en el modelado de un negocio de este tipo, y para dicha labor nos planteásemos utilizar una herramienta de modelado como el popular Business Model Canvas de Alexander Osterwalder, ¿cómo podríamos integrarlo? ¿En qué bloques del canvas deberían incluirse esos aspectos clave? En esta entrada daremos respuesta a estas cuestiones y veremos cómo, aprovechando esos elementos ya analizados, podremos partir de una “plantilla de canvas” con algunos bloques ya preparados específicamente para negocios basados en Big Data.
Consideraremos en primer lugar la necesidad de negocio, de la que identificaremos los elementos fundamentales para dos bloques clave del canvas: la propuesta de valor y los segmentos de clientes. En función del tipo de proyecto Big Data que estemos abordando nos encontraremos con diferentes escenarios: en algunos casos la analítica de datos estará enfocada a una mejora u optimización de un proceso interno de la organización, en cuyo caso tendremos que orientar la identificación de necesidades de cliente hacia los implicados internos; en otros casos el objetivo del proyecto será la creación de un nuevo producto o la exploración de una nueva línea de negocio, con lo que el prototipo de cliente y de sus expectativas lo tendremos que buscar en el exterior. En todo caso herramientas adicionales como el “Value Proposition Canvas” nos permitirán guiar el refinado de la necesidad de negocio identificada y detallarla en los términos adecuados al proyecto.
Tendremos por otro lado el activo estratégico que representan los datos, que claramente deberán estar incluidos en el bloque de “Recursos Clave” de nuestro canvas. Aquí nos tendremos que enfrentar a preguntas muy importantes, como por ejemplo quién es el dueño de los datos, si están disponibles o no, si fuera necesario algún trabajo adicional para asegurar su disponibilidad y quién podría acometerlo. Las respuestas a estas preguntas nos permitirán identificar “Recursos Clave”, “Actividades Clave” y “Alianzas/Socios Clave” que tendremos que incluir en nuestro modelo de negocio, de cara a asegurar que disponemos de los datos a explotar.
Los otros dos aspectos clave, la tecnología y el equipo con las competencias necesarias, están directamente relacionados con el bloque de “Recursos Clave” y, en caso de que no contemos con las competencias necesarias en nuestra organización, también con el de “Alianzas/Socios Clave”. De hecho, ese equipo de personas deberá tener una intervención directa en el modelado de determinados aspectos del negocio, cuanto menos para identificar la tecnología necesaria (y en qué medida realmente es necesario recurrir al Big Data o si las necesidades tecnológicas son de menor envergadura) en las diferentes fases del proyecto de creación de ese producto, y las necesidades de recursos que de ello se derivarán.
Tendremos por otro lado el activo estratégico que representan los datos, que claramente deberán estar incluidos en el bloque de “Recursos Clave” de nuestro canvas. Aquí nos tendremos que enfrentar a preguntas muy importantes, como por ejemplo quién es el dueño de los datos, si están disponibles o no, si fuera necesario algún trabajo adicional para asegurar su disponibilidad y quién podría acometerlo. Las respuestas a estas preguntas nos permitirán identificar “Recursos Clave”, “Actividades Clave” y “Alianzas/Socios Clave” que tendremos que incluir en nuestro modelo de negocio, de cara a asegurar que disponemos de los datos a explotar.
Los otros dos aspectos clave, la tecnología y el equipo con las competencias necesarias, están directamente relacionados con el bloque de “Recursos Clave” y, en caso de que no contemos con las competencias necesarias en nuestra organización, también con el de “Alianzas/Socios Clave”. De hecho, ese equipo de personas deberá tener una intervención directa en el modelado de determinados aspectos del negocio, cuanto menos para identificar la tecnología necesaria (y en qué medida realmente es necesario recurrir al Big Data o si las necesidades tecnológicas son de menor envergadura) en las diferentes fases del proyecto de creación de ese producto, y las necesidades de recursos que de ello se derivarán.
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