Como ya comentaba en una anterior entrada del blog, son varias las plantillas de lienzo para modelado de negocios que se han ido creando como obras derivadas del “business model canvas” ideado por Alexander Osterwalder (en virtud de su licencia Creative Commons BY-SA). Todas estas herramientas inciden en ciertas variaciones del original para dar más énfasis a unos u otros aspectos, y por ello su utilización puede ser más o menos interesante en función del objetivo que nos propongamos o de la etapa de maduración de nuestra idea de negocio. Dado que la más popular de estas herramientas derivadas es el “lean canvas” ideado por Ash Maurya, vamos a revisar las variaciones que introduce respecto al original y así identificar en qué casos puede ser más adecuado uno u otro enfoque.
Como Ash Maurya explica en esta entrada de su blog, su propuesta le da mayor protagonismo a aspectos que detallan la caracterización del problema a resolver y de la solución propuesta, así como las razones por las que dicha solución es competitivamente mejor que otras (lo que el autor etiqueta en su lienzo como "unfair advantage"). A cambio, cambia gran parte del lado izquierdo del lienzo de Osterwalder, dejando fuera aspectos muy ligados al diseño de la organización y las alianzas a consolidar que me permitan construir el producto (es decir, enfocándose a las características del producto en sí y no tanto a la organización detrás del mismo).
Con todo ello, parece un esquema bastante ágil para una validación desde un plano conceptual y de mercado objetivo de si la solución tiene visos de ser aceptada por encima de otras por parte de los clientes a los que nos dirigimos, aunque no tanto de si somos capaces de consolidar el equipo y colaboradores que sean capaces de construirla y mantenerla a lo largo del tiempo. Parece por tanto bastante adecuado para registrar el aprendizaje de un proceso de desarrollo de clientes, dando por hecho que en todo caso podremos consolidar un equipo y dotarnos de los recursos necesarios para construir la solución. También parece útil para casos en los que no se pretende tener dicha faceta en cuenta, como puede ser el caso de un proceso de formación en la práctica del "get out of the building" y de las entrevistas de desarrollo de clientes, pero sin la pretensión de verificar si somos capaces de crear una empresa real que opere dicho negocio.
Por el contrario, el "business model canvas" de Alexander Osterwalder nace de un trabajo (la tesis doctoral de Osterwalder) que tiene como objetivo crear una ontología de modelos de negocio, es decir, analizar y extraer las “propiedades nucleares” que caracterizan un modelo de negocio. Por esta razón tiene un sesgo importante hacia "caracterizar un modelo ya creado" y no tanto a "registrar los aspectos clave a explorar y el aprendizaje adquirido cuando estamos buscando un modelo" (como también Ash Maurya apunta en su blog al argumentar las razones para crear su versión derivada). Por ello es tremendamente útil para establecer un lenguaje común con el que comunicarse para presentar y analizar un modelo de negocio (por ejemplo al presentar un negocio ante un panel de inversores, o como caso práctico de estudio dentro de un ejercicio en un proceso formativo), aunque no integra aspectos enfocados específicamente al proceso de exploración requerido en los inicios de toda actividad emprendedora.
[See here for the English version of this entry]
Con todo ello, parece un esquema bastante ágil para una validación desde un plano conceptual y de mercado objetivo de si la solución tiene visos de ser aceptada por encima de otras por parte de los clientes a los que nos dirigimos, aunque no tanto de si somos capaces de consolidar el equipo y colaboradores que sean capaces de construirla y mantenerla a lo largo del tiempo. Parece por tanto bastante adecuado para registrar el aprendizaje de un proceso de desarrollo de clientes, dando por hecho que en todo caso podremos consolidar un equipo y dotarnos de los recursos necesarios para construir la solución. También parece útil para casos en los que no se pretende tener dicha faceta en cuenta, como puede ser el caso de un proceso de formación en la práctica del "get out of the building" y de las entrevistas de desarrollo de clientes, pero sin la pretensión de verificar si somos capaces de crear una empresa real que opere dicho negocio.
Por el contrario, el "business model canvas" de Alexander Osterwalder nace de un trabajo (la tesis doctoral de Osterwalder) que tiene como objetivo crear una ontología de modelos de negocio, es decir, analizar y extraer las “propiedades nucleares” que caracterizan un modelo de negocio. Por esta razón tiene un sesgo importante hacia "caracterizar un modelo ya creado" y no tanto a "registrar los aspectos clave a explorar y el aprendizaje adquirido cuando estamos buscando un modelo" (como también Ash Maurya apunta en su blog al argumentar las razones para crear su versión derivada). Por ello es tremendamente útil para establecer un lenguaje común con el que comunicarse para presentar y analizar un modelo de negocio (por ejemplo al presentar un negocio ante un panel de inversores, o como caso práctico de estudio dentro de un ejercicio en un proceso formativo), aunque no integra aspectos enfocados específicamente al proceso de exploración requerido en los inicios de toda actividad emprendedora.
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