En el contexto del software orientado a objetos, los autores Erich Gamma, Richard Helm, Ralph Jonson y John Vissidees publicaron en 1995 el libro “Design Patterns: Elements of Reusable Object-Oriented Software” (que posteriormente fue objeto de traducción al castellano, publicada en 2002), que consolidaba el concepto de “patrón de diseño” como clave fundamental para la construcción de software orientado a objetos. Los patrones de diseño, citando directamente el libro, no son “un diseño o una implementación en concreto, sino [...] una plantilla que puede aplicarse en muchas situaciones diferentes”. Así, un patrón de diseño “nomina, abstrae e identifica los aspectos clave de una estructura de diseño común, lo que los hace útiles para crear un diseño orientado a objetos reutilizable”.
El libro presenta un total de 23 patrones de diseño que han pasado a ser conocidos y referenciados como los “patrones del Gang of Four" (en referencia a los autores del libro), para los que recoge una descripción exhaustiva, ilustrada con esquemas en formato OMT, el precursor de UML (notación estándar para modelar diseños de sistemas software). El libro también indica desde un principio cuáles de los patrones recogidos son los más sencillos y comunes, a fin de comenzar la asimilación de este concepto por dicha lista básica. En este esquema de dos páginas en PDF que podemos descargarnos de la web BlackWasp tenemos una referencia rápida de los 23 patrones y su esquema en notación UML.
Los beneficios del uso de patrones de diseño son evidentes, a fin de no reinventar la rueda y poder construir productos digitales a partir de piezas y esquemas ya contrastados y validados. Además de ahorrar trabajo y evitar habituales fuentes de errores, permiten también construir soluciones más flexibles, adaptables a diferentes entornos y más sencillas de comprender y mantener en el tiempo (facilitando por tanto cualquier posible cambio en el futuro).
Dentro de los diferentes elementos clave de un negocio digital, la noción de patrones no sólo está presente en la construcción del software. Baste comentar que los conceptos ligados a los patrones de diseño y a los esquemas de modelado que sirven como plantillas reutilizables también están presentes en una de las contribuciones principales al impulso del emprendimiento que hoy en día es utilizada en todo el mundo. Y es que el propio libro “Business Model Generation” de Alexander Osterwalder contiene todo un apartado de 70 páginas dedicado a analizar diversos patrones de modelo de negocio (en concreto, revisa cinco patrones: desagregación de submodelos, modelos de "larga cola", plataformas multilaterales, modelos con elementos gratuitos y modelos abiertos). Al fin y al cabo, el business model canvas no deja de ser en esencia una herramienta de modelado (que utiliza un esquema y lenguaje concretos para “modelar negocios”) que el propio Ostwerwalder conceptualizó como resultado de su Tesis Doctoral en Informática de Gestión.
El libro presenta un total de 23 patrones de diseño que han pasado a ser conocidos y referenciados como los “patrones del Gang of Four" (en referencia a los autores del libro), para los que recoge una descripción exhaustiva, ilustrada con esquemas en formato OMT, el precursor de UML (notación estándar para modelar diseños de sistemas software). El libro también indica desde un principio cuáles de los patrones recogidos son los más sencillos y comunes, a fin de comenzar la asimilación de este concepto por dicha lista básica. En este esquema de dos páginas en PDF que podemos descargarnos de la web BlackWasp tenemos una referencia rápida de los 23 patrones y su esquema en notación UML.
Los beneficios del uso de patrones de diseño son evidentes, a fin de no reinventar la rueda y poder construir productos digitales a partir de piezas y esquemas ya contrastados y validados. Además de ahorrar trabajo y evitar habituales fuentes de errores, permiten también construir soluciones más flexibles, adaptables a diferentes entornos y más sencillas de comprender y mantener en el tiempo (facilitando por tanto cualquier posible cambio en el futuro).
Dentro de los diferentes elementos clave de un negocio digital, la noción de patrones no sólo está presente en la construcción del software. Baste comentar que los conceptos ligados a los patrones de diseño y a los esquemas de modelado que sirven como plantillas reutilizables también están presentes en una de las contribuciones principales al impulso del emprendimiento que hoy en día es utilizada en todo el mundo. Y es que el propio libro “Business Model Generation” de Alexander Osterwalder contiene todo un apartado de 70 páginas dedicado a analizar diversos patrones de modelo de negocio (en concreto, revisa cinco patrones: desagregación de submodelos, modelos de "larga cola", plataformas multilaterales, modelos con elementos gratuitos y modelos abiertos). Al fin y al cabo, el business model canvas no deja de ser en esencia una herramienta de modelado (que utiliza un esquema y lenguaje concretos para “modelar negocios”) que el propio Ostwerwalder conceptualizó como resultado de su Tesis Doctoral en Informática de Gestión.
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