Así como en la edición del año pasado la ponencia de apertura corrió a cargo de Wolfgang Wahlster (uno de los líderes del grupo de trabajo que desarrolló las líneas maestras de la estrategia Industrie 4.0 y coautor del informe final), con un mensaje quizá de mayor orientación científico-tecnológica y con mayor detalle en cuanto a los fundamentos que guiaron el diseño de la estrategia, la ponencia de ayer de Wolfgang Dorst introdujo nuevos mensajes más orientados a negocio y a las reflexiones necesarias para guiar el modelado de nuevos negocios industriales que quieran integrar estas ideas. En ese sentido, me pareció de especial interés la propuesta de Dorst sobre cómo entender la recolección y análisis de datos dentro del ciclo de vida de los productos industriales.
Mientras que las bases sobre las que se diseña la estrategia Industrie 4.0 hacen más hincapié en la capacidad de los dispositivos (tanto productos en construcción como los propios medios de producción) de almacenar e intercambiar información para ser más autónomos a la hora de organizar y demandar determinadas acciones (con un gran peso de las técnicas semánticas necesarias para formalizar dicho intercambio de datos), Dorst ponía su atención en usar esa capacidad para "gestionar la complejidad del mercado fuera de la planta de fabricación". En otras palabras, ya no hablamos de procesos industriales en los que se gana en eficiencia en la automatización o en la capacidad de personalización en las fases de diseño y fabricación, sino que la recolección de datos por parte de los "productos inteligentes" debería extenderse también al uso que se está haciendo de dicho producto por parte de cada cliente.
Aparte de que este mensaje otorga un mayor protagonismo a la analítica de datos dentro de la Industrie 4.0 (algo que estaba bastante más remarcado en otras aproximaciones o propuestas relacionadas), este énfasis en el "mirar hacia fuera de la fábrica" permite una integración mucho más completa (y ambiciosa) de los requerimientos individualizados de los clientes en todo el ciclo de vida del producto industrial. Estaríamos hablando, por tanto, de extender el contexto en el que podemos sacar valor de las nuevas capacidades de los productos así construidos, y de potenciar la manera en que pueden adaptarse a cada cliente (de la misma manera en que, por ejemplo, ya lo vienen haciendo las grandes plataformas web gracias a su aprendizaje basado en los datos que recopilan de todos nosotros). El "salto a la Industrie 4.0", según Dorst, pasaría entonces por incorporar esta misma manera de entender la interacción entre producto y cliente en la concepción de nuevos modelos de negocio industrial.
Mientras que las bases sobre las que se diseña la estrategia Industrie 4.0 hacen más hincapié en la capacidad de los dispositivos (tanto productos en construcción como los propios medios de producción) de almacenar e intercambiar información para ser más autónomos a la hora de organizar y demandar determinadas acciones (con un gran peso de las técnicas semánticas necesarias para formalizar dicho intercambio de datos), Dorst ponía su atención en usar esa capacidad para "gestionar la complejidad del mercado fuera de la planta de fabricación". En otras palabras, ya no hablamos de procesos industriales en los que se gana en eficiencia en la automatización o en la capacidad de personalización en las fases de diseño y fabricación, sino que la recolección de datos por parte de los "productos inteligentes" debería extenderse también al uso que se está haciendo de dicho producto por parte de cada cliente.
Aparte de que este mensaje otorga un mayor protagonismo a la analítica de datos dentro de la Industrie 4.0 (algo que estaba bastante más remarcado en otras aproximaciones o propuestas relacionadas), este énfasis en el "mirar hacia fuera de la fábrica" permite una integración mucho más completa (y ambiciosa) de los requerimientos individualizados de los clientes en todo el ciclo de vida del producto industrial. Estaríamos hablando, por tanto, de extender el contexto en el que podemos sacar valor de las nuevas capacidades de los productos así construidos, y de potenciar la manera en que pueden adaptarse a cada cliente (de la misma manera en que, por ejemplo, ya lo vienen haciendo las grandes plataformas web gracias a su aprendizaje basado en los datos que recopilan de todos nosotros). El "salto a la Industrie 4.0", según Dorst, pasaría entonces por incorporar esta misma manera de entender la interacción entre producto y cliente en la concepción de nuevos modelos de negocio industrial.
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