El artículo está elaborado sobre la premisa de cómo el mundo progresivamente irá sustituyendo empleados por emprendedores, debido a que para muchos de los perfiles actuales de empleado por cuenta ajena existen alternativas más interesantes (sobre todo con el argumento económico como razón principal), lo que obligará a adoptar una aproximación mucho más emprendedora en la búsqueda de trabajo. En este punto merece la pena matizar qué entendemos por "aproximación emprendedora", ya que no sólo estamos hablando de quienes lanzan startups con modelos de negocio basados en el crecimiento exponencial, sino que este cambio de figura profesional también engloba modelos de "autoempleo", con profesionales independientes que se adhieren a diferentes proyectos puntuales o a iniciativas de mayor volumen vía contrato de servicios.
Si me hubiesen preguntado al respecto hace escasos años no me habría parecido una transición tan sencilla o evidente, sobre todo observando en el entorno laboral la gran inercia adquirida tras años de un modelo tradicional de "empresario+trabajadores por cuenta ajena". Sin embargo, y aunque el cambio de modelo no vaya a ser inmediato, está claro que el contexto evoluciona a marchas cada vez más aceleradas. En un principio el elemento tractor del cambio en nuestro entorno más cercano está siendo la situación económica, pero a medida que evolucionen las estructuras y vaya calando el espíritu emprendedor en edades cada vez más tempranas (y todo parece indicar que ese es el escenario hacia el que estamos dando los primeros pasos) la propia motivación personal hacia esa aproximación emprendedora será el verdadero motor del cambio. Otras sociedades nos llevan años de ventaja en esto pero, aunque quizá haga falta algún salto generacional para hacerlo plenamente efectivo en nuestro contexto más cercano, las bases se están empezando a construir desde ya.
Si me hubiesen preguntado al respecto hace escasos años no me habría parecido una transición tan sencilla o evidente, sobre todo observando en el entorno laboral la gran inercia adquirida tras años de un modelo tradicional de "empresario+trabajadores por cuenta ajena". Sin embargo, y aunque el cambio de modelo no vaya a ser inmediato, está claro que el contexto evoluciona a marchas cada vez más aceleradas. En un principio el elemento tractor del cambio en nuestro entorno más cercano está siendo la situación económica, pero a medida que evolucionen las estructuras y vaya calando el espíritu emprendedor en edades cada vez más tempranas (y todo parece indicar que ese es el escenario hacia el que estamos dando los primeros pasos) la propia motivación personal hacia esa aproximación emprendedora será el verdadero motor del cambio. Otras sociedades nos llevan años de ventaja en esto pero, aunque quizá haga falta algún salto generacional para hacerlo plenamente efectivo en nuestro contexto más cercano, las bases se están empezando a construir desde ya.
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