En el caso del emprendimiento no creo que deba plantearse una asignatura específica como tal. Esa aproximación no tendría mucho sentido y de hecho encapsularlo en una materia aislada, sin reflejo en el enfoque general de la educación, conseguiría el efecto contrario matando de raíz cualquier posibilidad de inculcar una actitud emprendedora en los alumnos (es algo similar a lo que habitualmente se dice en consultoría acerca de que "la mejor manera de matar la innovación en una organización es crear un departamento de innovacion").
La clave pasa por educar (en todo tipo de materias) de una manera que haga germinar en el alumno una manera de pensar y actuar que cimente una actitud emprendedora en el futuro (cómo se resuelven los problemas en clase, con qué proactividad se abordan los temas, cómo se organizan los grupos para resolver tareas, cómo se colabora entre diferentes grupos para aprender a construir valor sobre trabajos previos, cómo se defiende una idea en público, cómo se abordan el éxito o el fracaso), en contraposición con un enfoque exclusivamente centrado en el "hazme estas tareas para mañana" que sólo educa para una futura actitud de "otros vendrán que ya me dirán lo que tengo que hacer", "yo no vengo aquí a tener ideas", etc.
En ese enfoque reside lo que para mí es crucial para construir una cultura emprendedora real, y no tanto en esperar a que alguien haya cubierto todo su recorrido formativo con un enfoque que le ha estado educando en ideas completamente contrapuestas al emprendimiento y confiar en "incrustarle a martillazos" a posteriori el espíritu emprendedor.
Con la educación en el manejo de las TIC pasa algo similar, en el sentido de que su inclusión no debería enfocarse como una asignatura que ocupa el sitio de otra sino en, como también comentaba en otro post al respecto, buscar las sinergias necesarias para que una enseñanza básica tanto de programación como de otras claves dentro de la "alfabetización digital" proporcione las herramientas para facilitar el aprendizaje tanto de otras materias (matemáticas, lengua, etc.) como de habilidades transversales (trabajo en equipo, colaboración abierta, incluso la propia actitud emprendedora...).
En resumen, estamos errando el enfoque si centramos el debate en un "quítate tú para ponerme yo" entre asignaturas, ya que más que hablar de una materia específica de "emprendimiento" o de "programación" deberíamos hablar de actitudes y habilidades transversales que deberían tener su reflejo en cómo se educa en general y cómo se puede potenciar la enseñanza de todo tipo de materias y la adopción de actitudes transversales.
La clave pasa por educar (en todo tipo de materias) de una manera que haga germinar en el alumno una manera de pensar y actuar que cimente una actitud emprendedora en el futuro (cómo se resuelven los problemas en clase, con qué proactividad se abordan los temas, cómo se organizan los grupos para resolver tareas, cómo se colabora entre diferentes grupos para aprender a construir valor sobre trabajos previos, cómo se defiende una idea en público, cómo se abordan el éxito o el fracaso), en contraposición con un enfoque exclusivamente centrado en el "hazme estas tareas para mañana" que sólo educa para una futura actitud de "otros vendrán que ya me dirán lo que tengo que hacer", "yo no vengo aquí a tener ideas", etc.
En ese enfoque reside lo que para mí es crucial para construir una cultura emprendedora real, y no tanto en esperar a que alguien haya cubierto todo su recorrido formativo con un enfoque que le ha estado educando en ideas completamente contrapuestas al emprendimiento y confiar en "incrustarle a martillazos" a posteriori el espíritu emprendedor.
Con la educación en el manejo de las TIC pasa algo similar, en el sentido de que su inclusión no debería enfocarse como una asignatura que ocupa el sitio de otra sino en, como también comentaba en otro post al respecto, buscar las sinergias necesarias para que una enseñanza básica tanto de programación como de otras claves dentro de la "alfabetización digital" proporcione las herramientas para facilitar el aprendizaje tanto de otras materias (matemáticas, lengua, etc.) como de habilidades transversales (trabajo en equipo, colaboración abierta, incluso la propia actitud emprendedora...).
En resumen, estamos errando el enfoque si centramos el debate en un "quítate tú para ponerme yo" entre asignaturas, ya que más que hablar de una materia específica de "emprendimiento" o de "programación" deberíamos hablar de actitudes y habilidades transversales que deberían tener su reflejo en cómo se educa en general y cómo se puede potenciar la enseñanza de todo tipo de materias y la adopción de actitudes transversales.
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