Atendiendo a la definición de startup antes citada (“una institución humana diseñada para crear nuevos productos y servicios en unas condiciones de incertidumbre extrema”) podemos ver la conexión con el cambio de paradigma que facilitaría una educación hacia el fomento de competencias emprendedoras, que no serían otras que las encaminadas a trabajar la resolución de problemas en los que no hay una única solución valida sino múltiples posibilidades (con diferentes grados de “validez” pero todas ellas válidas en algún extremo) y manejar enunciados en los que parte del problema debe ser descubierta “sobre la marcha” validando hipótesis a través de experimentos.
Como vemos, estas claves tienen mucha relación con la investigación y el método científico, lo que deja patente la estrecha conexión que guardan los procesos científicos de experimentación y validación con metodologías como Lean Startup y Customer Development. Abundando en esta conexión, una posible familia de problemas que aprovecharían esta conexión y trabajarían las competencias para el emprendimiento serían todos aquellos en los que, basándonos en contextos de incertidumbre como los descritos antes, valoremos el éxito en la tarea de resolver el problema por la cantidad de “conocimiento validado” (asunciones y hipótesis que hemos conseguido validar) que confirma los diferentes elementos de una propuesta de solución.
Otro interesante apoyo para este enfoque puede venir de la investigación en torno al “razonamiento efectual”, que también promueve una formación de competencias emprendedoras basada en problemas que se alejen de la aproximación más tradicional (partir de un objetivo dado y unos medios con los que encontrar el camino óptimo para alcanzarlo) y que utilicen una estrategia en la que no se parta de un objetivo concreto sino que estos emerjan a medida que se avance en el proceso, lo que podría simular a la perfección los contextos de incertidumbre extrema a los que aludíamos antes y que serían la base para aprender a manejarse en futuras situaciones de emprendimiento.
Como vemos, estas claves tienen mucha relación con la investigación y el método científico, lo que deja patente la estrecha conexión que guardan los procesos científicos de experimentación y validación con metodologías como Lean Startup y Customer Development. Abundando en esta conexión, una posible familia de problemas que aprovecharían esta conexión y trabajarían las competencias para el emprendimiento serían todos aquellos en los que, basándonos en contextos de incertidumbre como los descritos antes, valoremos el éxito en la tarea de resolver el problema por la cantidad de “conocimiento validado” (asunciones y hipótesis que hemos conseguido validar) que confirma los diferentes elementos de una propuesta de solución.
Otro interesante apoyo para este enfoque puede venir de la investigación en torno al “razonamiento efectual”, que también promueve una formación de competencias emprendedoras basada en problemas que se alejen de la aproximación más tradicional (partir de un objetivo dado y unos medios con los que encontrar el camino óptimo para alcanzarlo) y que utilicen una estrategia en la que no se parta de un objetivo concreto sino que estos emerjan a medida que se avance en el proceso, lo que podría simular a la perfección los contextos de incertidumbre extrema a los que aludíamos antes y que serían la base para aprender a manejarse en futuras situaciones de emprendimiento.
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